Regresé a Bogotá enemorado en 1991

Este cielo de verano

después del amanecer

siempre lo podré ver,

tan distante, tan cercano;

pero trato, a veces en vano,

de olvidarme de tus ojos

y de tus labios rojos

tan hechizado estoy...

que con este verso voy

a ofrendarte mis despojos

Esta décima se me inspiró en un avión de Aces en 1991